La ballena y el pez payaso

Mujer Vaso Frágil Pero Firme


En las profundidades del océano, vivía una ballena solitaria que creía que su tamaño y fuerza la hacían superior a los demás. Un día, un pequeño pez payaso se acercó a la ballena y le pidió ayuda para encontrar su anémona de mar, su hogar, que había sido arrastrado por una corriente fuerte.

La ballena, al principio, ignoró al pez payaso, pensando que era demasiado insignificante para merecer su atención. Pero el pez payaso no se rindió y le mostró a la ballena cómo su colorido podía iluminar las oscuras profundidades y revelar la belleza oculta del océano.

Juntos, buscaron por todo el arrecife hasta que encontraron la anémona. La ballena se dio cuenta de que, a pesar de su gran tamaño, había muchas cosas que no podía ver ni hacer sola.

Moraleja: No importa cuán grande o pequeño seas, cada criatura tiene su valor y puede enseñar algo a los demás.

Espero que esta fábula te haya gustado. 
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